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Descripción
Deja salir tu lado más salvaje e infunde el miedo en el corazón de tus enemigos con el pack de unidades Bestias de guerra para ROME II. Con siete unidades de combate nuevas, Bestias de guerra expande la variedad del ya de por sí diverso elenco de unidades de ROME II.
Aterroriza a tus enemigos y ralentiza su progreso con abejas y balistas con las que podrás lanzar escorpiones y serpientes o aplástalos con los acorazados camellos catafractos y los elefantes mercenarios sirios acorazados. Una vez desmoralizados, cuando empiecen a huir del campo de batalla, suelta a las dos nuevas razas de feroces perros de guerra.
Bestias de guerra introduce las siguientes unidades en ROME II:
• Perros molosos
Pueden ser reclutados por: Epiro
El ya extinto moloso era una bestia musculosa autóctona de Grecia occidental. Se le consideraba el predecesor de muchas de las razas de mayor tamaño de la actualidad, como el rottweiler y el gran danés. Se usaba como perro guardián y de combate y Virgilio dijo de ellos "con ellos en guardia jamás temas que roben de noche en tus establos ni a las manadas de lobos ni los bandidos íberos a tu espalda." Estos feroces perros no se cansan con facilidad y nunca pierden el rastro de un enemigo.
• Onagros de colmenas
Pueden ser reclutados por: Roma, Atenas, Epiro, Macedonia, Esparta y Siracusa
Aunque el uso generalizado de las abejas para labores agrícolas fue una innovación tardía, la humilde abeja desempeñó un papel determinante en la cultura griega antigua. Un trío de ninfas míticas —las Trías o "doncellas abeja"— fueron amadas por Apolo y Poseidón y tuvieron sus hijos. Las abejas también tuvieron un uso práctico en las batallas, ya que un enjambre de abejas enfurecidas hacía que las tropas entraran en pánico y ralentizaran su paso.
• Balista de vasijas con escorpiones
Puede ser reclutada por: Ponto y Partia
Oriente Medio es el hogar de los escorpiones más peligrosos del mundo conocido; escorpiones que pueden paralizar y acabar con la vida de un hombre en menos de una hora. Antes o después llegaría un general espabilado y los usaría contra sus enemigos. Durante el asedio de la ciudad parta de Hatra, los hombres del emperador romano Severo sufrieron una lluvia ingente de vasijas llenas de estos bichos proveniente de las murallas de la ciudad. Al igual que Trajano, Severo no consiguió romper sus defensas, incluso tras dos intentos.
• Balista de vasijas con serpientes
Puede ser reclutada por: Cartago
Puede que el uso más famoso de animales en vasijas fue cuando Aníbal los empleó contra las flotas de Éumenes II de Pérgamo. Este lanzó grandes vasijas de barro llenas de serpientes venenosas a las cubiertas de los barcos de Éumenes, lo que provocó el pánico en la tripulación y le otorgó la victoria. ¡Toda unidad que tenga que hacer frente a enormes y venenosas serpientes se pensará dos veces seguir con su empresa!
• Camellos catafractos
Pueden ser reclutados por: Partia
El general romano Macrino no destacaba precisamente por su experiencia, aunque lo que presenció en la batalla de Nísibis en el 217 a. C. hubiera sorprendido hasta al más ducho de los generales: allí se enfrentó a los camellos catafractos. Estos iban ataviados con una armadura de escamas dura pero flexible, que les daba una apariencia aterradora cuando penetraban las líneas enemigas y repelían a los caballos romanos con su hedor característico.
• Perros de guerra celtas
Pueden ser reclutados por: icenos, cantiacos, caledonios, démetas, dumnones, brigantes y ebdanos
Los perros siempre han sido muy útiles para vigilar, patrullar y explorar. Además, si se les entrena debidamente, también resultan muy eficaces en la batalla. Los perros de ataque eran criados y entrenados específicamente para ignorar el ruido y el caos del combate. Las tribus celtas de la Edad de Hierro tardía los usaron con gran maestría. Su velocidad y ferocidad hacía que fueran ideales como tropas de choque y perfectas para alcanzar a aquellos que huían.
• Elefantes mercenarios sirios acorazados
Se les puede reclutar como mercenarios en: Dura, Antioquía, Tiro y Palmeira
Los elefantes indios llegaron por primera vez a Oriente Medio cuando Seleuco, uno de los sucesores de Alejandro Magno, invadió la India, en el 305 a. C. Como parte de un tratado de paz entre los hindúes maurias y la dinastía seléucida, se entregaron quinientos elefantes de guerra y los seléucidas criaron muchos más a partir de aquellos. Los elefantes de guerra fueron una parte importante de las fuerzas seléucidas hasta su derrota frente a los romanos en Magnesia, en el año 190 a. C., tras la cual se les prohibió que criaran más.
• Guerreros lobo
En el mundo germánico, el culto a Wodenaz estaba tan extendido que la gente de la época a menudo tenía nombres relacionados con los lobos, tales como Vulfolaic ("lobo-danzante"), Wolfhetan ("guarida-lobo") y Wolfdregil ("corredor-lobo"). Wolfgang, o "Wolf-gait", ha evolucionado hasta nuestros días en forma de nombre alemán común. Los guerreros lobo están disponibles para los suevos y también como mercenarios para aquellos que posean alguna provincia germana. Los guerreros lobo se ocultan en guaridas y luchan amparados bajo el espíritu de Wodenaz.
• Fieles de Sobek
Protector del río Nilo y del poder del faraón, Sobek fue un dios con cabeza de cocodrilo del Antiguo Egipto desde el período del Imperio Antiguo hasta la dinastía ptolemaica, y posterior. En aquel entonces, los cocodrilos eran venerados por su violencia y sus atributos primarios, e incluso se criaban en los templos al estar considerados como personificaciones vivientes de los dioses, llegando a ser momificados al morir. Los sacerdotes fieles de Sobek ostentaban títulos como "aquel que entierra los cuerpos de los dioses-cocodrilo en la Tierra de los Lagos" y "profeta de los dioses-cocodrilo", y lo adoraban incondicionalmente en el templo principal de Shedet, a la vez que protegían al faraón y a sus súbditos. Los fieles de Sobek van ataviados con la piel del cocodrilo sagrado y pueden reclutarse para Egipto.
• Guerreros leopardo mercenarios
La región vecina de Egipto conocida como Nubia fue, en ocasiones, también su peor enemiga, y su población a menudo fue esclavizada y usada con fines bélicos. En el año 750 a. C., Nubia llegó incluso a conquistar Egipto, ejerciendo su autoridad durante cien años; tal fue la magnitud que alcanzó la rivalidad entre ambas regiones. Los ejércitos de Nubia estaban formados principalmente por mercenarios llegados de toda la región y eran famosos por su agresividad y temeridad en el campo de batalla. Los guerreros leopardo tampoco son una excepción: ataviados con la piel de leopardos asesinos, su poder resulta devastador. Están disponibles para reclutar como mercenarios al contar con Egipto en la gran campaña.