Resident Evil Remake Trilogy (PC)
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Este juego es una joya si te gustan los mundos abiertos llenos de acción, táctica y posibilidades infinitas. Aquí te cuento lo que más me ha enganchado: el mapa, el lore, la jugabilidad y esa libertad para pasarte la historia como tú quieras.
El mapa: inmenso y hermoso
El mapa es una brutalidad. Está basado en Bolivia y tiene de todo: selvas, desiertos, montañas nevadas, lagos y pueblos súper bien hechos. Cada lugar tiene su rollo y es imposible no quedarte mirando los paisajes mientras vas en helicóptero o conduces como loco por un camino de tierra.
Además, cada bioma afecta cómo juegas. No es lo mismo infiltrarte en una base en medio de la selva que en un pueblo desértico o una fábrica en lo alto de las montañas. Y el clima y el ciclo de día y noche le meten aún más variedad.
El lore: narcos con personalidad
La historia detrás del juego está muy bien montada. Todo gira alrededor del cártel de Santa Blanca, y cada líder tiene su propia personalidad, historia y motivos. No son simplemente malos genéricos, sino que cada uno tiene algo que los hace únicos, y eso te engancha a ir tras ellos.
Además, hay muchos detalles que te meten de lleno en el mundo: informes de inteligencia, diálogos entre los personajes y lo que ves en el entorno. Sientes que estás en medio de una guerra real contra el narcotráfico.
La jugabilidad: pura libertad táctica
Aquí es donde Wildlands se luce. El juego te deja hacer las misiones como quieras: puedes ser un ninja sigiloso y eliminar enemigos sin que se den cuenta, o entrar con todo, volar cosas y liarte a tiros. Tú decides.
El sistema de armas es súper completo: puedes personalizar hasta el último detalle para que se ajuste a cómo te gusta jugar. Y si lo juegas en cooperativo con amigos, es una pasada. Organizar ataques sincronizados con tus compas es de lo más divertido que tiene el juego.
Si juegas solo, la IA de tus compañeros no está mal. Puedes darles órdenes y hacer ataques coordinados, lo que está bastante bien para un juego de este tipo.
La historia: tú mandas
Lo mejor es que no tienes que seguir un camino fijo. El cártel está dividido por regiones, y tú decides a quién atacar primero. ¿Quieres debilitar sus finanzas? Adelante. ¿Prefieres atacar sus operaciones militares? También puedes.
No importa el orden, siempre tienes la sensación de estar desmantelando el cártel a tu manera. Y con todas las misiones secundarias y actividades extra, siempre tienes algo que hacer.
En resumen
Ghost Recon Wildlands es una pasada si te molan los mundos abiertos llenos de acción y libertad. Entre el mapa enorme, el lore profundo, la jugabilidad flexible y la posibilidad de pasarte la historia como quieras, tienes horas y horas de diversión aseguradas.
Si te gusta jugar solo o con amigos y eres fan de los juegos tácticos, este es para ti. Te prometo que no te vas a aburrir.
El mapa: inmenso y hermoso
El mapa es una brutalidad. Está basado en Bolivia y tiene de todo: selvas, desiertos, montañas nevadas, lagos y pueblos súper bien hechos. Cada lugar tiene su rollo y es imposible no quedarte mirando los paisajes mientras vas en helicóptero o conduces como loco por un camino de tierra.
Además, cada bioma afecta cómo juegas. No es lo mismo infiltrarte en una base en medio de la selva que en un pueblo desértico o una fábrica en lo alto de las montañas. Y el clima y el ciclo de día y noche le meten aún más variedad.
El lore: narcos con personalidad
La historia detrás del juego está muy bien montada. Todo gira alrededor del cártel de Santa Blanca, y cada líder tiene su propia personalidad, historia y motivos. No son simplemente malos genéricos, sino que cada uno tiene algo que los hace únicos, y eso te engancha a ir tras ellos.
Además, hay muchos detalles que te meten de lleno en el mundo: informes de inteligencia, diálogos entre los personajes y lo que ves en el entorno. Sientes que estás en medio de una guerra real contra el narcotráfico.
La jugabilidad: pura libertad táctica
Aquí es donde Wildlands se luce. El juego te deja hacer las misiones como quieras: puedes ser un ninja sigiloso y eliminar enemigos sin que se den cuenta, o entrar con todo, volar cosas y liarte a tiros. Tú decides.
El sistema de armas es súper completo: puedes personalizar hasta el último detalle para que se ajuste a cómo te gusta jugar. Y si lo juegas en cooperativo con amigos, es una pasada. Organizar ataques sincronizados con tus compas es de lo más divertido que tiene el juego.
Si juegas solo, la IA de tus compañeros no está mal. Puedes darles órdenes y hacer ataques coordinados, lo que está bastante bien para un juego de este tipo.
La historia: tú mandas
Lo mejor es que no tienes que seguir un camino fijo. El cártel está dividido por regiones, y tú decides a quién atacar primero. ¿Quieres debilitar sus finanzas? Adelante. ¿Prefieres atacar sus operaciones militares? También puedes.
No importa el orden, siempre tienes la sensación de estar desmantelando el cártel a tu manera. Y con todas las misiones secundarias y actividades extra, siempre tienes algo que hacer.
En resumen
Ghost Recon Wildlands es una pasada si te molan los mundos abiertos llenos de acción y libertad. Entre el mapa enorme, el lore profundo, la jugabilidad flexible y la posibilidad de pasarte la historia como quieras, tienes horas y horas de diversión aseguradas.
Si te gusta jugar solo o con amigos y eres fan de los juegos tácticos, este es para ti. Te prometo que no te vas a aburrir.
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